El pasado 11 de septiembre y los días siguientes llovió con fuerza en el sureste de la península, concretamente en la provincia de Alicante y la Región de Murcia. Las lluvias llegaron a ser torrenciales, con acumulaciones de hasta 300l/m² por día. Seis personas perdieron su vida y al rededor de 3.500 personas fueron desplazadas. Se cree que fue la peor riada desde 1879 en la comarca de la Vega Baja.
El 12 de septiembre el servicio de mapeo rápido de Copernicus EMS fue activado por la Guardia Civil y Protección Civil, entre otros. Tan solo cinco horas y quice minutos más tarde ya se disponían imagenes RADAR obtenidas por un satélite COSMO-SkyMed. El 16 de septiembre utilizando los datos del satélite Sentinel-1B se pudieron delimitar las áreas afectadas con gran precisión (accesibles a través de este enlace).
La rápida obtención de cartografía gracias a satélites como el Sentinel-1B permitió a las autoridades pertinentes optimizar sus recursos a la hora de ayudar a la gente más necesitada en ese momento.