La clave de este proyecto está en un algoritmo desarrollado por Vicente Bayarri (izquierda, GIM Geomatics) que permite analizar hasta 16 millones de colores, frente a los 10.000 que es capaz de identificar unojo humano. “Con una cámara multiespectral podemos registrar hasta el ultravioleta y el infrarrojo. Como las imágenes digitales son números, realizando determinados cálculos salen a la luz pinturas y grabados que no se ven, pero que están ahí”, explicaba Bayarri.